PAZ MURO CHARFOLÉ, UNA CONQUENSE UNIVERSAL CON MEDALLA DE ORO
Madrid 1 Enero 2021. Francico Brives.

Fotografías de Francisco Brives

PAZ MURO la indómita inteligencia.
El Gobierno ha concedido la Medalla de oro al mérito de las bellas artes, a la artista Conquense Paz Muro Charfolé. Su trayectoria asentada en las artes de vanguardia, ha merecido un reconocimiento no sólo para la artista, sino es también un reconocimiento a un conjunto de disciplinas que escasas veces tienen cabida en los medios y mucho menos la valoración adecuada a nivel nacional. Paz Muro ha sido pionera del arte conceptual en España, del Land Art y una de las figuras emblemáticas de la performance.
Pese a ello, desde una perspectiva historiográfica del arte en España, sin duda, Paz Muro, ha sido una figura  injustamente silenciada, pese a estar vinculada a muchos de los escenarios centrales del experimentalismo, abarcando periodos del Franquismo, la transición, la movida, y ya entrado el siglo XXI continuo generando un legado feminista con un guiño al Tamarismo y prácticamente a cuantas vanguardias, nuevas estéticas de las artes visuales. La figura de Paz Muro siempre ha ido por delante, dando lugar y respeto a la figura de la mujer como eje central de su obra.
Un universo personal vinculado a la creación en vanguardia, Muro ha sido como muchas mujeres de su época, silenciadas, eliminadas, o directamente plagiadas por hombres o allegadas con mejores contactos en la museística. El «status quo» bien por intereses cruzados, bien por la mala praxis habitual en las prácticas artísticas, han escenificado un presente de inexistencia de su trayectoria, que esta medalla viene a paliar de una manera parcial, la deuda histórica con una artista de magnitud universal.
Paz Muro como mujer artista, siempre se ha posicionado con su obra en lugares incomodos, de alta cualificación y complejidad intelectual, su obra aparentemente sencilla, esconde sesudas investigaciones previas que pueden ir desde la matemática (se define como presocrática) hasta la astrofísica, la nanotecnología, o las referencias a la filosofía clásica. Este reto intelectual que siempre esta presente en la obra de Muro, ha hecho que muchos al no saber descifrarla, hayan decidido por incompetencia ningunearla, obviarla o directamente hacerla desaparecer de publicaciones, estudios críticos y libros de pretendida historiografía actual. No se puede entender de otro modo dado que su trayectoria además de dilatada, sigue activa a día de hoy, aportando al arte conceptual actual, una inusitada inteligencia, contenido y referencias filosóficas que abordan cuestiones vitales referenciando empíricamente, perspectivas de investigación matemáticas, científicas y tecnológicas.
La figura de Paz Muro, ha sido guía inspiracional durante generaciones para artistas nuevas, desde múltiples ángulos, no en vano, Muro ha sido referente y pionera en varios de los lenguajes menos convencionales de la museística. Land Art, Arte conceptual, Performance, Instalación desde los años 60.
Muro ha sido una figura muy adelantada incluso para la época actual, logrando incluir obra en el MOMA de NY en el año 1972, sus propuestas han tardado años en ser valoradas y reconocidas desde su dimensión compleja y alejada del mercado del arte. Recientemente su archivo personal ha sido depositado en el Museo Siglo XXI Zapadores Ciudad del Arte. Posee además algunas obras el Museo Reina Sofia que en los últimos años ha incluido la figura de Paz Muro en varias exposiciones vinculadas a contextos arte/políticos en la dictadura Franquista y la transición democrática.
Podríamos enumerar algunos de los hitos guardados en el “archivo Paz Muro» para dar cuenta de la figura universal que desde este pasado martes, el gobierno de España ha querido rendir con un merecido homenaje concediéndole esta medalla de Oro, pese a haberla descartado para los premios Velazquez del año 2020.
De su apasionante historia, cabria destacar que Paz Muro siempre estuvo muy conectada internacionalmente. Fue esa generación que miro afuera, dentro de un contexto patrio marcado por la dictadura, desde principios de los 60 Paz Muro había entablado amistad con el grupo ZAJ por carta, de tal manera que cuando estos llegan a España, forma parte de su circulo íntimo y complice, hasta su marcha a Italia.
Frecuenta el Centro de Cálculo de la Universidad Complutense, por que trabajaba para IBM en la sección especializada en bibliotecas computerizadas y su pasión por las investigaciones y los nuevos medios teniendo siempre como objetivo instalarse en New York;
Sus primeros trabajos conceptuales conocidos, datan de la época de los 70, aunque junto con Luis Mateis ya habían desarrollado proyectos conceptuales desde el 1965. Sus trabajos de Land Art comienzan en el 1971, interviniendo unos montes de la familia en Cuenca, con tintes y pinturas, trabajando a escondidas y sin permisos en lo que por aquel entonces podría ser constitutivo de delito.
Sus trabajo de Land Art del año 1971 titulados “Propuesta de transformación de la realidad a partir de un fenómeno natural” con apenas dos años de diferencia del presentado por Christo en la Documenta de Kassel 1968, la convierten en una rareza artística abordando disciplinas pioneras de las derivas que finalmente arrastra el arte actual. Fruto de este trabajo su obra es depositada en el MOMA del NY en el año 1972, donde permanece a día de hoy pudiendo ser investigada.
A principios de los 70, forma parte—junto a Nacho Criado, Mitsuo Miura, Peñalver o Luis Martínez Muro—del llamado grupo de artistas conceptuales de Cuenca;
En el año 72, participa en los míticos Encuentros de Pamplona financiados por la familia Huarte a los que acude con, Nacho Criado y Alberto Corazón Realizando performances como «La sombra de un árbol» la cual financia íntegramente ella.
(Encuentros de Pamplona: P. Muro, Alberto Corazón y Nacho Criado “Obra abierta”, Proyecto Sombras de Sylvano Bussoti por P. Muro y N. Criado)
Expone en las galerías Buades y Vandrés y a partir del año 1973, se integra en el entorno de la revista Nueva Lente y colabora estrechamente con algunos de los fotógrafos asociados a la publicación, como Pablo Pérez Mínguez, transformándose en una habitual del paisaje de la llamada movida madrileña.
En el año 1981, realiza “Concierto de invierno de agua y viento, bajo los auspicios horoscopales de Capricornio-Acuario-Piscis” un concierto-Performance en el Museo Español de Arte Contemporáneo, coincidiendo con el golpe de estado del 23 de febrero. La performance lejos de cancelarse se realiza, teniendo que pernoctar toda la noche con varias cabras que formaban parte de la performance, encerrados en el museo, dada la proximidad al congreso y el consiguiente riesgo.
Participa en el primer Arco 82 creado por Juana Aizpuru, quien le permite realizar la performance “Desposorios de Paz Muro con el Arte Contemporáneo” Asiste vestida de novia con séquito y es intervenida pictóricamente por artistas y asistentes de la feria, dando cuenta de que el único matrimonio que decide aceptar, es el que sella con elArte Contemporaneo. Paz Muro es una mujer soltera y sin hijos a día de hoy por una decisión propia.
Desde aquella experiencia Paz Muro genera durante muchos año Arcos Paralelos, profundizando en la performance, el happening y la instalación.
Su trabajo creativo más intenso se desarrolla desde los 70 hasta primeros de siglo XXI, aunque su labor creadora, no ha cesado y trabaja a diario en proyectos procesuales siempre desde la perspectiva conceptual.
Los últimos años, sus obras han sido revisitadas por el MUSAC que propicia la exposición Genealogías Feministas en el Arte Español 1960 -2010, por Patricia Mayayo y Juan Vicente Aliaga. Paz Muro interviene con William Shakespeare Corín Tellado (1974), donde expone la problematización del papel de la mujer artista a lo largo de la historia y la historia del arte como sujeto creador activo. Comparándolo con la figura de William Shakespeare y por ende, su propio cuestionamiento como identidad creadora participe de dicha historia. Junto a esta obra también presentó William Shakespeare Paz Muro, (1967) realizado para la revista Nueva Lente junto con La burra cargada de Medallas (1975), Pasos Improvisados por el Retiro, (como Paz/ Pez en el agua) (1985). Cuestiones de género que también focalizará en 1983 con su participación en la feria ARCO, a través de la obra Las preciosas y Molino Rojo.
En el 2018 su instalación Proyecto imposible de localización y análisis de las señales de prohibición situadas en el territorio nacional (1972-1973) formó parte de la exposición El poder del arte, organizada con motivo del 40 aniversario de la Constitución española. Las obras procedentes del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía se ubicaron en las sedes del Congreso de los Diputados y del Senado.
Esta medalla de oro al mérito, rescata para la crítica una figura olvidada que espera ser reconocida en toda su magnitud. Su legado universal, la huella para las generaciones de performances y el arte conceptual, sin duda están de enhorabuena.
*** Su archivo personal, esta depositado en el Museo C.A.V La Neomudejar /Museo Siglo XXI Zapadores Ciudad del Arte.
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