DEL 4 DE MARZO AL 7 DE ABRIL DE 2013. MÁS INFORMACIÓN AQUÍ
Colección Alicia Aza
Selección de obras
Comisaria
Maria Antonia de Castro
Conservación
Amparo López Redondo
Diseño y dirección de montaje
Leona
Diseño gráfico
Ena Cardenal
Exposición organizada con motivo del
2º Festival Miradas de Mujeres
4 de marzo 7 de abril 2013
Museo Lázaro Galdiano. Madrid
La exposición de la Colección de Alicia Aza es una iniciativa de MAV (Asociación de Mujeres en las Artes Visuales) pensada especialmente para su exhibición en el Museo Lázaro Galdiano de Madrid y organizada con motivo de la celebración del 2º Festival Miradas de Mujeres que, en esta segunda edición, tiene carácter nacional y reúne un total de 192 centros de exhibición. Cumple el objetivo de dar visibilidad a las mujeres desde sus diferentes cometidos sociales y profesionales en el mundo del arte.
Esta finalidad de MAV se ha compenetrado con la política expositiva de la Fundación Lázaro Galdiano centrada en el coleccionismo y ha encontrado en la Colección Alicia Aza una oportunidad inigualable para mostrar la iniciativa de las mujeres en este área fundamental del sistema artístico. Es la primera vez que la Asociación Mujeres en las Artes Visuales establece contacto activo con el coleccionismo, facilitado por la intermediación de la Asociación de Coleccionistas Privados de Arte Contemporáneo 9915 a la que Alicia Aza pertenece, y coherente con su voluntad de aunar los intereses de todos los actores del arte actual.
La Colección de Alicia Aza Constituye una de las pocas colecciones españolas creadas por una mujer. Conformada en base a criterios personales y a la complicidad con los temas tratados por los artistas en sus obras. En este sentido puede ser considerada como el medio de expresión de una personalidad femenina y de los diversos matices que la configuran. Es por ello una colección singular, no equiparable a otras colecciones desarrolladas sobre parámetros históricos o estilísticos, e íntimamente unida a su creadora, lo que no descarta su potencial comunicador, sino que, contribuye a reforzarlo al estar fundamentada en experiencias vitales reconocibles.
Iniciada la colección en 1992, a partir de 1995 se focaliza hacia la fotografía y el vídeo. Estos dos medios, elegidos por los artistas en las dos últimas décadas de manera creciente, se prestan particularmente para aludir a la cotidianidad de la vida, encajando con la intención coleccionista y el modo de acercamiento al arte de Alicia Aza. Reúne un prestigioso elenco de artistas españolas/es y extranjeras/os. El tema predominante es siempre el de las mujeres en las diferentes situaciones en que les emplazan las muy diversas circunstancias de su realidad y entorno existencial, profesional, geográfico…, así como sus respuestas ante ellas.
Como resultado de todas esas características esta colección es, desde ahora y para el futuro, un testimonio de la complejidad en que se halla inserta la vida de las mujeres en el mundo de hoy.
La selección de obras que forman la exposición, compuesta de 10 fotografías, 7 audiovisuales y una pintura, responde a la multiplicidad de tonos y temas que convergen en la identidad de la coleccionista. De manera que cada una de las piezas posee una intensidad propia, trata un motivo determinado y posee su propio talante. Como rasgo común puede destacarse el carácter narrativo que propicia el formato del audiovisual y que se compenetra con la vertiente literaria de Alicia Aza, abogada de profesión en el área financiera, que ha ejercido también funciones docentes y autora de varios libros de poesía. Tres de las obras (Sophie Whetnall, Kiki Smith y Francesca Woodman) re-presentan imágenes de piernas de mujeres, un tema frecuente en esta colección, desde una vertiente que cuestiona y se opone al simbolismo glamoroso y erótico de esas extremidades que soportan el cuerpo femenino y su deambular difícil por la existencia.
El montaje responde al deseo de facilitar la comprensión del significado de las piezas y crear estados de ánimo propicios a la compenetración con el espíritu de cada una de las obras. El tono desde el que han sido realizadas las obras ofrece una variedad de registros: el humor (Erwin Wurm), la reflexión (Sophie Whetnall, Kiki Smith), la incertidumbre (Erwin Olaf), la denuncia (Cecilia del Val), la elevación del espíritu (Manu Arregui), la calma (Diana Larrea), la ensoñación (Amparo Sard), la placidez (Rosangela Renno), el hartazgo (Richard Billingham, Aino Kannisto), la felicidad (Miguel Aguirre), la incomunicación (Kaoru Katayama), el desafío (Ixone Sádaba), la melancolía (Elke Boom) o la inseguridad (Francesca Woodman).