CENTRO ANDALUZ DE ARTE CONTEMPORÁNEO, SEVILLA. 4 MARZO 2012
Fecha: 24 noviembre 2011 – 4 marzo 2012
Inauguración: 24 noviembre 2011, a las 20:00 h.
Comisariado: Margarita Aizpuru
Sesión expositiva: Margen y ciudad
Asistimos en nuestras sociedades occidentales contemporáneas a procesos de globalización urbana, a la conversión de los cascos históricos de las ciudades en espacios de consumo turístico y de ocio estandarizado, a una progresiva ampliación y extensión de la ciudad a esos espacios antes circundantes y paisajísticos, no urbanos, que son sustituidos por lo urbano estandarizado, homogeneizándolos y banalizándolos, creando repeticiones clónicas en zonas y lugares muy diferentes con independencia de su singularidad histórica y especificidad originaria sociocultural. Hoy más que de urbanización se habla de «urbanalización» o banalización de los procesos de urbanización, y en vez de ciudadanos, de usuarios y/o consumidores, de objetos y servicios diseñados por equipos multidisciplinares, a las órdenes de los mercados y entidades que crean y programan las políticas económicas implantadas.
A partir de estas premisas y con una serie de vídeos de performances, fotografías y maquetas, Julie Rivera articula su proyecto expositivo titulado La arquitectura de la felicidad. Con esta ironía se centra en la lógica que rige los itinerarios, el uso de los espacios y el tiempo, e incluso los movimientos corporales y las miradas de los usuarios en los centros comerciales. En su organización interna, en la manipulación y estandarización de comportamientos, aletargados por grandes dosis de sugestión consumista, que se ofrece de forma ficcional y banal como sustituto de la plenitud y la felicidad. Así como en la generación de pautas de conducta que producen todo un estilo de vida, tanto en el interior de estos espacios como en sus alrededores, y en la extensión de sus fórmulas y estrategias hacia los cascos históricos de las ciudades, a través de procesos de «urbanalización» y «brandificación», gestionando sus diferencias o «marcas» de autenticidad al igual que en los centros comerciales, pero en su versión híbrida con los parques temáticos, «reduciendo a la ciudad a una simple proyección de su imagen-marca, descargándola de toda su complejidad, y por tanto, mostrando su versión más digerible».
Margarita Aizpuru
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