The Plants Sense (2018) es una instalación que permite al público, conocer y experimentar el lenguaje secreto de las plantas. Se trata de un trabajo de carácter transdisciplinar que conecta arte, ciencia, tecnología y sociedad.
La obra está formada por un jardín interactivo en el que diferentes sensores miden las oscilaciones eléctricas de las plantas conectadas, y muestran sus reacciones bioquímicas a la presencia humana y el ambiente que las rodea.
Toda esta información es procesada y traducida en vibraciones y sonidos de baja frecuencia que permiten al visitante percibir las plantas a través de un wearable. Así mismo, diferentes interfaces dispuestos en el jardín facilitan al público experimentar y sentir en sus propias manos las reacciones registradas de las plantas, a través de distintos dispositivos electrónicos.
Esta interacción hace posible la comunicación entre los humanos y las plantas, llegando así al entendimiento del lenguaje vegetal, inalcanzable sin la ayuda de los sistemas robóticos desarrollados por los artistas.
Este dispositivo traduce y transmite precisamente aquellas señales que los seres humanos, debido a nuestro limitado sistema perceptivo, no podemos recibir de otra manera.